6 de marzo de 2015

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Esther Yamuza se dedica a contar historias. Hace unos días nos acompañó al aula de cultura de Sevilla. Pero el compromiso de Esther de Juglaría, como le gusta que la llamen, viene de más atrás. Ejemplo de ello es el I Ciclo de Narración Oral “Sembrando cuentos” que organizó. Se celebraba los viernes y sábados de diciembre de 2014 en el espacio cultural La Gallina en el Diván. Durante el ciclo, Solidarios para el Desarrollo realizó una colecta de libros para su donación al Centro Penitenciario de Sevilla. Además de narradora, Esther es actriz y docente. Colabora con distintos centros culturales, en diversos proyectos y encuentros de artes escénicas.

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Cuentero, cuentista, cuentacuentos, narrador… ¿son sinónimos?
Son palabras con matices muy diferentes para definir un oficio muy antiguo… Algunas como cuentero, creo que se han difundido desde América Latina. Cuentista se transformó en algo peyorativo en el siglo XX. Narrador es muy amplio y a veces, por esto mismo, se pierde. Y cuentacuentos, en España, se relaciona con la animación de fiestas y el público infantil. Así que no es fácil elegir palabra… Llámame “Esther de Juglaría… de oficio la cuentería”. Es más largo, pero más fácil.

¿Se nace cuentera o se hace uno cuentera? Cuéntanos cómo fue tu inmersión en esto de “contar historias”.
En mi caso creo que yo ya era cuentera desde pequeña. Aunque he tardado toda mi vida en darme cuenta. Mi camino profesional se ha bifurcado mucho hasta llegar a donde hoy me encuentro.

¿Cuál o cuáles son las aportaciones más importantes de tu profesión?
Creo que la narración oral es un valioso recurso que los seres humanos tenemos para tender puentes entre personas, comunidades y naciones. Lo creo sinceramente.

¿Habías estado antes en un centro penitenciario? ¿La idea que tenías de una cárcel corresponde con la que tienes después de habernos acompañado a un aula de cultura?
Nunca. El aula de la cultura era muy acogedora y en seguida me sentí a gusto en ella. El espacio donde estuvimos (un módulo de respeto) tenía un ambiente más relajado que las otras galerías que dejamos atrás. Sin embargo, al haber visto sólo una parte del centro penitenciario, no puedo aportar más que una visión fragmentada del conjunto.

¿Cómo fue tu experiencia con los internos y con las personas voluntarias?
Este es el verdadero sentido de esta experiencia para mí: conocer a los internos e ir de la mano de los voluntarios. Todos han sido sumamente generosos. También lo ha sido Solidarios para el Desarrollo por confiar en mí. Sólo tengo palabras de agradecimiento por vuestra labor y de ánimo para que sigáis adelante.

Carlos Miguélez Monroy
Periodista, responsable de comunicación de Solidarios para el Desarrollo
Twitter: @cmiguelez

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