13 de mayo de 2016

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Basilio Pujante (Murcia, 1982) es profesor en Secundaria y doctor en Literatura con una tesis sobre el microrrelato hispánico contemporáneo. Como narrador, sus textos han aparecido en publicaciones como La Rosa Profunda, Manifiesto Azul, Seconal, El coloquio de los perros y Horizontal.

Fue finalista del premio literario Rendibú en 2014 y una de sus narraciones se incluyó en la antología Fútbol en breve. En febrero de 2016 la editorial Balduque publicó su primer libro de relatos: Recetas para astronautas. Imparte talleres de escritura creativa y ejerce como crítico literario en el periódico El Noroeste. Desde 2004 forma parte de la asociación literaria Colectivo Iletrados.

Un título que llama poderosamente la atención, una portada con 49 puntos que hay que unir… ¿qué encontramos al abrir Recetas para astronautas? ¿Por qué este título?

El lector encontrará veintisiete relatos que van de la línea de extensión hasta las casi treinta páginas, en un in crescendo narrativo en el que intento mezclar humor y oscuridad, lo local y lo ajeno.
El título trata de definir lo que es un microrrelato: el arte de reducir la narración a su mínima expresión sin que se pierdan sus “nutrientes”.

Dentro de la programación que ofrece el centro cultural Cuartel de Artillería de Murcia impartes un taller de microrrelato. ¿Crees que el género del microrrelato goza de buena salud en la actualidad?

Seguro. Cada vez se leen, se escriben y se publican más libros de microrrelatos. Además, es un género que, por su brevedad, se adecúa perfectamente a los escritores primerizos, que pueden emplear esta forma narrativa para aprender los elementos básicos de la narrativa.

¿Qué elementos componen un microrrelato? ¿Practicas otros géneros literarios?

Como en todo género narrativo, el elemento fundamental es la historia. A pesar de su extrema brevedad, su marca externa más llamativa, tiene que haber un conflicto entre unos personajes, en un tiempo y en un espacio determinado.
También escribo cuentos, el “hermano mayor” del microrrelato; de hecho, en las páginas de Recetas para astronautas se mezclan ambos géneros.

Desde el Colectivo Iletrados, al que perteneces, realizáis importantes actividades de fomento a la lectura. ¿Cómo podemos conocerlas y a qué público van dirigidas?

Llevamos desde 2004 aportando nuestro granito de arena a la escena literaria de la ciudad de Murcia. Desde entonces, hemos realizado talleres de escritura, hemos publicado quince números de nuestro fanzine y celebrado numerosos recitales.
No dirigimos nuestras actividades a un público concreto y, como constatamos en los actos que organizamos, la Literatura puede atraer por igual a un adolescente que a una persona mayor.
La mejor manera de estar al tanto de nuestras actividades es a través de nuestra página de Facebook, nuestro Twitter o mandando un correo a colectivoiletrados@hotmail.com

Microrrelato y centros penitenciarios, ¿es posible conectar esos dos mundos?

Por supuesto. El microrrelato puede crear mundos de ficción en unas pocas líneas y creo que esa es una de sus potencialidades que pueden atraer a los internos. Además, suelen ser textos que enganchan muy rápido al lector y que lo sorprenden con un golpe de efecto final.

Y por último, te animas a regalarnos un microrrelato tan breve o más que el que todos y todas conocemos de A. Monterroso, El dinosaurio: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí?

Es difícil competir con el maestro Monterroso, pero os dejo el texto que abre Recetas para astronautas:
Historia universal en un telegrama
Big Bang. Stop. Big Boom. Stop.

Ángeles Carnacea Cruz
Delegada de SOLIDARIOS para el Desarrollo en Murcia

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