21 de febrero de 2022

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El cuaderno de Pitágoras es una obra necesaria, que muestra la verdad de unos personajes dentro de prisión y cómo se enfrentan a la vida fuera de ella. La condena social también se suma y forma parte de los años con sentencia de cárcel.

Aunque la obra trataba el tema penitenciario, las personas que participan en el grupo de ocio de régimen abierto que quincenalmente tienen actividades culturales con Solidarios, disfrutaron de ver tanta verdad en el escenario y una sala llena de gente aplaudiendo las historias de vida que les son tan cercanas.

Esta obra, está escrita y dirigida por Carolina África, y nace de su experiencia como voluntaria en la cárcel de Valdemoro en el Proyecto LÓVA (La Ópera como Vehículo de Aprendizaje) donde los internos realizan una obra de teatro en su totalidad, desde el libreto hasta la escenografía, con apoyo de los voluntarios y voluntarias.

        

Un reparto encabezado por Manolo Caro, con Emmanuel Cea, Gledys Ibarra, Helena Lanza, Ascen López, Jorge Mayor, Nuria Mencía, Pepe Sevilla y Victoria Teijeiro. Nos muestran el lado humano de las historias de vida de sus personajes, y llegan al espectador con grandes interpretaciones lejos de prejuicios.

Esmeralda nos contaba, aunque su experiencia no fuera la de los protagonistas, “he visto la cárcel en el escenario y ha sacado muchas cosas de mí que tenía ahí guardadas y pensé que había superado, pero no. He llorado y me he reído mucho. Los actores todos espectaculares”.

Los participantes del grupo de ocio se vieron reflejados en ellos, con verdad. Jenny se emocionó “he llorado varias veces, es tan real como lo muestran”.

La entrada de la voluntaria a la cárcel el primer día es lo más parecido a la realidad que he visto nunca, ni en películas… es justo así cuando entramos” comentaban las voluntarias que asisten a este grupo. “Debería ser obligatorio ver obras como esta” nos decía Jesús, otro de los participantes y Amilkar se emocionaba “es como si estuviéramos en el módulo, ha sido increíble verlo”.

Obras como esta suponen una reflexión sobre la reinserción social y los estigmas que acompañan a quienes están en prisión e incluso a sus familias fuera de ella. Por eso puede ser una buena herramienta de sensibilización poder verla y acercarse a una realidad que nos resulta tan desconocida y llena de estereotipos y sentir la emoción y la vida que hay dentro de esos personajes que son historias de carne y hueso dentro de nuestras cárceles.

         

A la salida pudieron felicitar a los actores por su trabajo y les agradecieron el buen rato que les hicieron pasar en el teatro. Gracias al Centro Dramático Nacional y al Teatro Valle Inclán por su colaboración para que estos 15 internos e internas del CIS Navalcarnero pudieran disfrutar de la función.

Aquí puedes escuchar sus sensaciones tras ver la obra y también las de la actriz Helena Lanza, con la que hablamos al terminar la obra.

 

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