Si tenemos en cuenta la fecha en que se declaró en España el estado de alarma para contener la propagación de la Covid-19, hoy se cumplen 38 días del confinamiento que nos han llevado a readaptar nuestra forma de trabajar y de ayudar a personas en situación de vulnerabilidad a través del voluntariado. El equipo de Solidarios, como la mayor parte de la población, ahora teletrabaja, mientras que la base social ha sustituido los acompañamientos presenciales a otros telefónicos, virtuales y epistolares. Como sea, pese a las dificultades propias de la situación, las voluntarias y voluntarios de Solidarios siguen demostrando su compromiso y solidaridad con quienes más lo necesitan, lo que es motivo de orgullo e inmensa gratitud.

Las personas mayores, sin hogar, en prisión, con diagnóstico de salud mental o con discapacidad con las que normalmente nuestro voluntariado tiene un contacto cara a cara, bien a través de visitas, rutas de calle o en los diferentes grupos de ocio, sienten ahora, más que nunca, el peso del aislamiento y la exclusión, pero también saben estamos con ellas. Nos comentan que mantener un diálogo con ellas mediante el teléfono, los chats de WhatsApp y las cartas las está ayudando a sobrellevar no solo su soledad, sino también la incertidumbre y el miedo que irremediablemente flota en el ambiente.

Surgen, además, nuevas estrategias creativas para la solidaridad. Por ejemplo, desde el Espacio Artístico de Sevilla personas sin hogar y voluntariado realizan mediante contacto virtual audiovisuales, edición de fotografías, canciones y diversas creaciones que les permite compartir lo que están sintiendo; en Murcia nace Relatos a la cárcel (y un poema), iniciativa por la que cada miércoles se envía al centro penitenciario Murcia II un relato de escritoras y escritores de prestigio (lo que refuerza el envío de cartas del voluntariado a las personas internas en los centros de Murcia, Granada, Madrid y Sevilla en los que tenemos presencia) ; y a narradoras y narradores de la Asociación MANO realizan llamadas a personas sin hogar, mayores, con diagnóstico mental y con discapacidad de Granada, Madrid, Murcia y Sevilla para contar cuentos breves y tener un rato de charla que aliviana y acompaña.

Los grupos de ocio de personas con diagnóstico mental y voluntariado, por su parte, han reforzado su contacto en los chats y también realizan videollamadas. Artistas les están enviando a ellos vídeos con mensajes y canciones que les hacen sentir mejor.

También estamos dando respuesta a través del voluntariado a alguna necesidad concreta de algunas personas en situaciones de soledad y confinamiento más complejas que requieren ayuda para la realización de alguna compra, recado o acción puntual. Por supuesto, manteniendo siempre las medidas de protección y seguridad oportunas.

En cuanto a la actividad formativa de voluntariado que llevamos normalmente en Madrid en colaboración con La Casa Encendida, esta pasará a tener formato online y próximamente anunciaremos fechas de algunas formaciones.

También cabe mencionar el trabajo en red y de colaboración con entidades sociales y administraciones públicas que realizamos en cada una de las delegaciones para poder atender a los colectivos a los que nos dirigimos, como la coordinación con otras entidades sociales, el apoyo del funcionariado de prisiones para facilitar la correspondencia de cartas con las personas internas o la colaboración con centros de mayores, centros de las redes de recursos para personas sin hogar, de personas con discapacidad o diagnóstico mental. Un esfuerzo conjunto necesario para paliar la crisis.

Fotomontaje realizado por Nelson Ramírez, «El Flaco» en el Espacio Artístico en Sevilla.

Suscríbete a nuestro boletín

Noticias Relacionadas

Dona

Ayúdanos a mejorar la vida de más personas

Hazte Socio/a

Se protagonista del cambio social

Hazte Voluntario/a

Un poco de tu tiempo y mucho de tu afecto