• Más de 220 voluntarias y voluntarios de Solidarios se movilizan por quienes más lo necesitan mediante contacto telefónico y virtual.
  • Colaboramos con otras entidades y la administración pública para minimizar el impacto de la crisis en colectivos vulnerables.

La situación actual que vivimos por el Covid-19 pone de manifiesto cómo una emergencia sanitaria aumenta la vulnerabilidad de las personas a las que se dirigen nuestros programas de voluntariado. Personas sin hogar, mayores, con diagnóstico de salud mental, con discapacidad, hospitalizadas o en centros penitenciarios quedan más expuestas a la soledad, a la exclusión y a la discriminación.

El confinamiento y nuestra voluntad de colaborar con las medidas de protección de la salud y de contención del contagio han hecho que interrumpamos el funcionamiento habitual de nuestros programas y que busquemos alternativas que permitan mantener el vínculo social con quienes más nos necesitan. Así es que desde antes de la declaración de alerta nacional se sustituyó el acompañamiento presencial a mayores por uno telefónico, así como se reforzó el contacto virtual que mantienen grupos de ocio en varios programas.

Además, para tener una idea más precisa del alcance que podemos tener, hemos realizado un mapeo de necesidades de personas participantes de nuestros programas y de disponibilidad de personas voluntarias durante el tiempo que dure la emergencia.

Por un lado, hemos contactado con más de 300 personas participantes de nuestros programas de personas sin hogar, mayores, Convive y salud mental (por sus especificidades no hemos podido hacerlo con las personas internas en centros penitenciarios, hospitales o centros de personas con discapacidad) para evaluar su situación y consultar su interés en seguir recibiendo un acompañamiento no presencial. Por otro, hemos consultado a nuestra base de voluntariado su disposición a colaborar.

Las respuestas recibidas por parte de las personas a las que acompañamos habitualmente han dejado claro que siguen necesitando nuestro apoyo, ahora más que nunca ante circunstancias tan adversas. En cuanto al voluntariado, podemos decir con orgullo que Solidarios tiene en su base a las personas más comprometidas, generosas y solidarias con que se puede contar; más de 220 personas voluntarias nos han ofrecido su apoyo para dar acompañamiento a través de llamadas telefónicas, videollamadas, participación en grupos de whatsapp, enviando cartas o, incluso, realizando algún apoyo presencial que requiera desplazamiento, con carácter excepcional, con acreditación y con las medidas de seguridad oportunas para que no suponga riesgo para la salud de nadie.

Cómo afecta la crisis y qué hacemos para reducir el impacto

Entre las personas mayores que se encuentran solas se están dando situaciones de soledad extrema, y en algunos casos (el 20% de ellas) el aislamiento imposibilita el acceso a productos de alimentación o de primera necesidad. En Solidarios estamos haciendo llamadas a las personas que están solas, paliando la situación de soledad y manteniendo el vínculo relacional con ellas. También esa vía permite identificar eventuales necesidades urgentes que podrían surgir.

Personas sin hogar en situación de calle: Hemos hablado con personas sin hogar y con entidades que gestionan recursos de alojamiento para ellas. Eso nos permite saber dónde están las personas que solemos acompañar, cómo se encuentran y cuáles son sus necesidades. Las personas con las cuales hemos hablado destacaron la necesidad de recibir información sobre lo que está pasando, las medidas que se toman y les puedan afectar, así como (94% de ellas) la necesidad de contacto con otras personas para mitigar el aislamiento. Para las personas sin hogar que tienen teléfono, realizamos llamadas y actividades por whatsapp. Un 60% de las personas con las que hablamos tienen móvil con acceso a internet. Para las demás, buscamos soluciones alternativas para mantener el contacto.

Personas internas en centros penitenciarios: sabemos que están más aisladas que nunca (cese de las visitas por vis a vis, cese de las actividades con voluntariado, confinamiento por módulos, límite de la recepción de correo postal en algún centro, etc.). Organizamos el envío de cartas así como de correos electrónicos a los centros penitenciarios que lo permiten proponiendo actividades culturales y manteniendo el contacto.

Entre las personas diagnosticadas con enfermedad mental las necesidades son muy variadas, pero lo común en todas es una situación de aislamiento agravado en este periodo. El 100% de las personas contactadas piden relación telefónica durante el confinamiento. Ya lo tenemos en marcha con nuestro voluntariado: llamadas individuales y actividades grupales vía digital.

Personas con discapacidad. No nos han comunicado situaciones de soledad extrema, pero sí necesidad de apoyo emocional para hacer frente al confinamiento. Al igual que con personas mayores y personas con diagnóstico mental, hacemos llamadas y actividades por whatsapp.

Colaboración con otras entidades y administración pública

Una vez cubiertas las necesidades de apoyo y acompañamiento telefónico o virtual de las personas con las que trabajamos habitualmente en nuestros programas, nos proponemos poner nuestro voluntario a disposición para dar respuesta a necesidades de acompañamiento telefónico o virtual, o para desplazamientos puntuales para necesidades básicas de personas vulnerables, que sean detectados por otras entidades y recursos y para los que no haya respuesta.

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