CONVIVE nos ofrece siempre historias de agradecimiento, de afecto mutuo y de apoyo cuando más se necesita. El programa de convivencia intergeneracional de Solidarios no solo encuentra compañeras de piso, conecta vidas y hace crecer a sus participantes aunque las separen más de 60 años.

Fernanda y Maruja acaban de terminar su convivencia y estos meses juntas no los van a olvidar en toda la vida. Maruja, de 88 años, acogió en su casa dentro del programa CONVIVE a Fernanda, que podía ser su nieta y venía desde Argentina a realizar un curso universitario en Madrid. Esta es la experiencia que nos relata Fernanda:

Llegué a Madrid sola y con muchísima incertidumbre acerca de cómo resultaría la convivencia con Maruja, y la verdad es que la experiencia fue mucho más enriquecedora de lo que hubiera podido imaginarme.

Aprendí de la ciudad con ella, nos reímos de nuestras respectivas costumbres y de nuestros acentos tan distintos, conocí a gran parte de su familia -primero en sus anécdotas y después personalmente- y la verdad es que su casa fue un hogar en el extranjero para mí.

Salimos a caminar juntas casi todos los días y también cocinamos (me he llevado unas cuantas recetas para practicar en mi país), además de tener un espacio muy tranquilo de estudio que valoré muchísimo.

Cuando terminó mi estadía en su casa me preguntaron varias personas si recomendaría la experiencia y la respuesta fue invariablemente que sí. Que la iba a recordar toda la vida.

¡Muy agradecida con el programa CONVIVE por darme la oportunidad!

 

Fernanda Iglesias

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