En el mes de noviembre suenan con fuerza las voces que hablan de sinhogarismo porque se conmemora el Día Europeo de las Personas sin hogar. En Sevilla, han sacado su creatividad y su vena artística a la programación de actividades y han realizado un mural en la calle Don Fadrique, una obra de radioteatro y, de nuevo, la gala artística en el salón de actos del Hogar Virgen de los Reyes.

Un diseño con mucho colorido y con lema “Vivir en la Cuerda Floja” plasmado en las paredes del Centro Cívico San Fernando. Ahí cada participante se autorretrató con una maleta en la que cada cual dibujó lo importante que lleva dentro de ella. Fue una iniciativa que un año más despertó el interés del vecindario que interactuó con los participantes. Un trabajo comunitario que intenta transformar la mirada de la ciudadanía en una mirada más amable y empática hacia las personas sin hogar.

        

En ese mismo centro cívico se hizo la representación de Radio Teatro. Se escuchó una obra creada de manera colectiva, un guion escrito por todas las personas participantes en tono de comedia, pero con una gran crítica de fondo, donde -desde el humor- se hizo un repaso a todo el sistema y se denunciaron las carencias y los sin sabores que tienen y que ellos padecen por su situación de sin hogar. Así lo resume este video de un voluntario, Juanjo.

 

Gala artística “Vivir en la cuerda floja”

Tal y cómo nos la cuenta Carmen Tamayo, coordinadora del programa de personas sin hogar en Sevilla:

Otro año más fuimos capaces de crear de manera colectiva Una Gala Artística para presentar en la semana de personas sin hogar que se celebra en Sevilla. Este año el título elegido fue “Vivir en la Cuerda Floja”. Tras abrirse el telón, el tren de la vida con destino a Vivir, dio la bienvenida a un patio de butacas abarrotado de público, que esperaban expectante que cosas les íbamos a contar. Como cualquier otro tren, el nuestro también tuvo diferentes paradas; la parada de la Soledad, Sueños, Esperanza, Amor y la parada de la Libertad. Todo el trayecto estuvo amenizado por canciones, poesías, danza, monólogos y performance. 30 fueron los viajeros valientes que alzaron su voz y pusieron el alma en un espectáculo colectivo, crítico, poético y bello que emocionó, y mucho, a un público que no dudó en ponerse en pie cuando el teatro oscureció al eco de necesitamos vuestros brazos, soy lo que no ves, las mujeres que no tenemos un hogar no tenemos derecho ni a estar con nuestros hijos, es más fácil desintegrar un átomo que una etiqueta, nadie de pequeño sueña con ser una persona sin hogar…etc.

Fotos: Sema Saborido

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