3 de abril de 2024

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En el programa de personas sin hogar de Sevilla están trabajando sobre la autopercepción y autoimagen a través de la fotografía.

Cuatro sesiones, coordinadas por el fotógrafo Pablo Porlan y por David Cerrone, en nuestro Espacio de Encuentro y participación en la tarde dedicada a la arteterapia.

Todas somos personas únicas y todas somos bellas. Pero antes de que alguien lo vea, necesitamos saberlo nosotras mismas.

La fotogenia, en realidad, depende mucho de la percepción que una persona tiene de sí misma y de la confianza con que se presenta ante los demás y ante la cámara. En estas cuatro sesiones los participantes trabajan técnicas fotográficas sencillas y accesibles a cualquier dispositivo, ya sea el móvil o la cámara más profesional, para acercarse al retrato fotográfico. Y con él a conceptos como la identidad, la máscara, la autopercepción y la percepción del otro, las emociones y cómo las expresamos, la belleza y su relatividad, el gesto, el cuerpo y sus posturas, la mirada.

Con juegos y ejercicios, se realizan fotografías individuales y grupales que les permiten observar también principios de composición, iluminación y percepción espacial, fundamentales en la tarea de cualquier fotógrafo.

Cuatro lunes para tratar de mostrar quienes somos realmente, cómo nos afecta lo que pensamos de nosotros mismos y cómo nos mostramos a los demás. Fotografías donde somos modelos, fotos donde somos autores, para terminar con una sesión conjunta donde Pablo Porlan realizará una fotografía de cada participante para comparar con los retratos que se han ido haciendo sesión tras sesión.

La identidad de cada quien, y el espejo en que se muestra, a veces tan dañado cuando se pasa por una situación límite como encontrarse en situación de calle, sin hogar.

«Mirarse a uno mismo a través de la cámara de fotos es un reto maravilloso que nos lleva a hacernos preguntas sobre nosotros mismos que quizás nunca nos habíamos planteado antes. Los participantes del taller de autoconocimiento y fotografía se sumergieron en este ejercicio de reflexión personal con una curiosidad sin límites. Para mí ha sido un placer acompañarlos en esta actividad. Han sido capaces de cuestionarse sus propios límites superando vergüenzas y desconfianzas. He aprendido que cuando todo el mundo se implica a la altura de sus propias capacidades sin obligaciones ni objetivos más allá de descubrirse con curiosidad la motivación es mayor, y que incluso la persona mas reacia acaba por colaborar. ¡Muchas gracias a todos los miembros del grupo y a Solidarios para el Desarrollo!»

Pablo Porlan, Fotógrafo

 

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