Maripaz vive en un 4º piso sin ascensor. Aunque no tiene problemas de movilidad, en los últimos años se le ha deteriorado la vista, lo que le impide cada vez más salir de casa sin compañía.

Se sienta al frente de una clase del Colegio Tres Olivos, en Madrid. Cerca de 40 estudiantes de ciclo formativo (18 a 23 años) la escuchan hablar de sus dificultades, sus anhelos y sus sueños.

Como ella, muchas personas mayores se enfrentan a una soledad no elegida ni asumida, a barreras arquitectónicas y a impedimentos físicos como falta de visibilidad, dolores o problemas de movilidad. Estas dolencias incrementan el aislamiento con consecuencias en la salud psíquica, con problemas como la depresión, y en el físico.

También participaron en la charla Álvaro Crespo, responsable de los programas de voluntariado con mayores en SOLIDARIOS para el Desarrollo, y Gema, voluntaria del programa de acompañamientos. Se aprovecha la charla para proyectar un video que cuenta con diapositivas la vida de Paquita, otra persona mayor del programa. Su historia está llena de rupturas, de separaciones, de privaciones y de pérdidas, pero también de esperanza con un mensaje clave: todas las personas mayores están marcadas por su pasado; todas las personas llegarán en algún punto de su vida en que se pregunten cómo les ha podido pasar todo eso que llaman “la historia de su vida”.

La idea de dar charlas en colegios surgió en una reunión del grupo de sensibilización compuesto por personas voluntarias y “usuarias” del programa de mayores. Además de sensibilizar, las charlas sirven para promover el voluntariado como respuesta colectiva y un envejecimiento activo, así como para empoderar a personas que pueden participar y tener un papel más activo en nuestra sociedad.

Voluntariado con mayores

SOLIDARIOS para el Desarrollo tiene más de 20 años de experiencia con voluntarios que visitan a mayores para dar un paseo, compartir conversación o un rato de ocio. Contamos con programas en Madrid, en Murcia, en Sevilla y en Granada.

Estas visitas aportan compañía y sirven para conocer y denunciar dificultades que tienen muchas personas para hacer efectivos derechos básicos. Por otro lado, promueve relaciones intergeneracionales por medio de encuentros, de cursos y de actividades que incorporan tanto a personas voluntarias como a mayores. Si bien el programa refuerza las habilidades sociales de las personas mayores y las mantiene activas, con frecuencia las personas voluntarias sostienen que este encuentro les aporta incluso más a ellas que a quienes dedican unas horas.

El voluntariado ayuda a convertir a las personas mayores en sujetos de derecho y no en meros objetos de beneficencia al incorporar la riqueza que suponen sus años de experiencia y de vivencias. Además, el voluntariado puede promover las relaciones entre vecinos y otros vínculos entre personas de distintas edades.

Programa Convive

Este programa, merecedor de premios y de reconocimientos, permite que vivan juntas personas mayores de 65 años con un alto grado de autonomía y deseos de compartir y universitarios que se incorporan al domicilio en una vida de estudiante mientras comparte las tareas y los gastos en el domicilio. Se construye así una relación de confianza, de aprendizajes compartidos y de apoyo mutuo; la convivencia solventa problemas de soledad en los más mayores y de alojamiento en los más jóvenes, al tiempo que se construye una sociedad más pendiente de las necesidades y más integradora.

SOLIDARIOS firmó un convenio con el Ayuntamiento de Madrid. A través de sus servicios sociales acceden los mayores en el programa, que cuenta también con la colaboración de siete universidades madrileñas.