• En el Día Mundial de la Salud Mental, recordamos que aún hay mucho que hacer para superar el estigma y la discriminación que pesan sobre las personas con trastornos mentales.
• El grupo de voluntariado de salud mental de Solidarios promueve una red social de apoyo duradera, libre de prejuicios y paternalismos.

Cada sábado a las 6 de la tarde, Montse y María Antonia tienen un encuentro con otras trece personas en un conocido punto del centro de Madrid. Tras ponerse de acuerdo, eligen un plan entre varias propuestas culturales y de ocio, como visitas a museos, exposiciones o paseos y, después, se van a tomar algo. Un plan como el de cualquier grupo de amigos en una tarde de sábado, con la peculiaridad de que este grupo lo conforman personas con algún trastorno mental y voluntarias y voluntarios de Solidarios para el Desarrollo.

Montse se incorporó al grupo en junio, tiempo suficiente para sentirse parte del mismo y cómoda compartiendo sus vivencias cotidianas o pensamientos y sentimientos más profundos. Hace poco más de quince años comenzó a sentir dificultades anímicas que le impedían desenvolverse socialmente como lo hacía antes, pero su participación en el grupo de salud mental ha mejorado su vida. “En el grupo no tenemos nada que ocultar. Yo hablo de lo que me gusta o no, de cómo me ayuda utilizar mi inteligencia a la hora de acostumbrarme y superar mis limitaciones. Y me siento bien porque en el grupo nos comprendemos y nos apoyamos mucho”.

A pesar de que los trastornos mentales son más frecuentes de lo que pensamos, pesa sobre quienes los padecen el estigma y la discriminación, que a menudo tienen como consecuencia su aislamiento. A través de las actividades del grupo se construye una red social de apoyo duradera en la que la relación personal se establece en base a lo que los participantes tiene en común: sus aficiones e intereses, sus sueños y preocupaciones, sus batallitas del día a día. Es un espacio entre iguales, diverso, sin paternalismos y libre de prejuicios. El participar en el grupo, el ser tenidos en cuenta como personas, más allá de la etiqueta diagnóstica, es lo que más valoran los participantes, y por ello mismo se sienten mejor, adquieren más confianza y van desarrollando las potencialidades que tienen.

María Antonia forma parte del grupo desde hace casi seis años. Llegó con la intención de aportar a otras personas y se sorprendió al comprobar que se encontraba con “personas normales” (insiste, respetuosa, en el entrecomillado del término) que le aportaban más a ella. “Son personas con vivencias, riqueza, inteligencia o humor como otras… Me fue muy fácil conectar con ellas. En seguida estableces una relación que no tienes normalmente con gente de la calle, ni siquiera con tus amigos. El objetivo es muy bueno, si yo tuviera un familiar con este problema, el grupo sería una luz maravillosa porque les abre las puertas a conocer gente y a relacionarse con las demás”.

Hoy es el Día Mundial de la Salud Mental, en el que merece la pena recordar que en España hay cerca de un millón de personas con una enfermedad mental grave y que una de cada cuatro sufrirá un problema de salud mental a lo largo de su vida, según datos oficiales. Una fecha que nos permite reflexionar también sobre los mitos e ideas preconcebidas y alejadas de la realidad que rodean a las personas con enfermedad mental, como que son violentas, peligrosas, incurables o sin capacidad de trabajar.

Para conmemorar esta fecha, el grupo de apoyo realizó el pasado sábado una excursión a Ávila y THB Think, Hike & Bike Retos Benéficos organizó un reto benéfico por el que un grupo de 15 personas hizo dos jornadas de senderismo de 36 y 25 kilómetros, recorriendo 11 picos de la Sierra de Guadarrama, con el objetivo de recaudar fondos con los que se llevará a cabo una salida a la montaña del grupo de apoyo en salud mental.