8 de marzo de 2015

Compartir

Cada año, cuando se acerca el 8 de marzo, alguien se acuerda que hay que hacer algo “sobre mujeres”, así porque toca. Resulta que hoy en día, en nuestro mundo de supuesta igualdad, muchas personas se preguntan por qué tiene que haber un día de la mujer, y la primera frase da la respuesta: porque si no hay veces que a las mujeres no se las recuerda. Y no precisamente porque no estemos presentes, pues somos más de la mitad de la población, sino porque vivimos en una sociedad que nos ha enseñado a ver a cada quien en su lugar. Afortunadamente los lugares pueden cambiar.

dia-mujer-voluntaria

El cambio es precisamente una de las motivaciones del voluntariado: situaciones de injusticia, de exclusión que no nos gustan que queremos transformar, por las que decidimos ser voluntarias, para acompañar a quien no se siente bien tratado por nuestra sociedad y camina por los márgenes, en la exclusión. En muchas ocasiones podemos oír hablar de las mujeres como colectivo, objeto de atención social, precisamente porque la igualdad no es real y la pobreza tiene nombre de mujer. Y el voluntariado también.

Somos más las mujeres que nos acercamos a una organización para ser voluntarias. El 60% de las personas voluntarias en nuestro país somos mujeres, según la Plataforma del Voluntariado de España. Y en Solidarios también. Somos más las voluntarias que vamos a las cárceles, a las rutas de personas sin hogar, a los hospitales, a los grupos de ocio, a visitar a las personas mayores… Será porque nos han enseñado el cuidado desde pequeñas, sin darnos cuenta, o porque nos han educado de una forma más solidaria y menos competitiva, o será porque tenemos más tiempo libre o porque nos apetece relacionarnos con otras personas, ¡quién sabe!

Sin embargo no siempre se escuchan las voces de las mujeres con claridad en las organizaciones sociales, al igual que en el resto de la sociedad las mujeres en puestos de organización y dirección apenas llegan al 14%.

Hay mucho camino por andar para lograr una verdadera igualdad. Ser voluntaria puede ser un paso. Ser voluntaria es tomar conciencia de que tienes algo que aportar y hacerlo segura de que nadie es más válido que tú y lo que dejes de hacer nadie será capaz de recuperarlo. Cada una con su forma de entender la vida puede caminar firme y preocuparse por los que están a su lado. Es una forma de empoderamiento, sin hacer grandes cosas, aceptas tu parte de responsabilidad en el curso de tu mundo y decides contribuir y mejorarlo. Porque eso es lo que hace el voluntariado.

A muchas voluntarias os parecerá absurdo y nunca os lo habréis planteado de esta forma, pero tú, cómo mujer, tienes muchas cosas que aportar y tu decisión de dar unas horas de tu tiempo te hace más partícipe de tu sociedad porque contribuyes a cambiarla, a veces sin hacer ruido.

No son distintos los aportes que realizamos voluntarios y voluntarias por ser hombres y mujeres, sino por ser personas diversas, pero el punto de partida de la participación cívica pública de hombres y mujeres es bien distinto, por lo que cada paso que da una mujer hace avanzar en bloque al resto, aunque no sepamos verlo. No se nos olvide que no hace tanto tiempo las mujeres no podían votar, ni tener cuenta bancaria sin permiso del padre o el marido (¡¡hasta 1981!!), etc. Y si eso es hoy diferente para nosotras es porque hubo otras mujeres que buscaron y lucharon por la igualdad, junto con hombres que entendieron que sin equidad no puede haber sociedad justa.

El voluntariado es una expresión de ciudadanía comprometida y que participa activamente en los cambios sociales, y no es casualidad que seamos más las mujeres voluntarias hoy en día, por eso es que los lugares cambian.

¡Feliz día de la mujer… Voluntaria!

Corina Mora Torrero
Voluntaria del programa de prisiones y socia de Solidarios para el Desarrollo

Suscríbete a nuestro boletín

Noticias Relacionadas

Dona

Ayúdanos a mejorar la vida de más personas

Hazte Socio/a

Se protagonista del cambio social

Hazte Voluntario/a

Un poco de tu tiempo y mucho de tu afecto