Esta semana la sesión del taller de fotoperiodismo que el programa de personas sin hogar ha puesto en marcha en Sevilla ha tenido una actividad especial: visita a la exposición “Murillo fotógrafo” y ver el atardecer desde el mirador Metropol Parasol.

El grupo compuesto por unas 13 personas, entre voluntariado, profesionales, vecinos y personas sin hogar, visitó la exposición en la Fundación Cajasol donde se animó hasta a recrear la escena de uno de los cuadros “El hijo pródigo” y fotografiarla. “Murillo fotógrafo” es un proyecto de Laura León y José Antonio de Lamadrid, dos fotógrafos sevillanos que rinden tributo al pintor recreando sus obras en el centenario de su nacimiento. La exposición replica los cuadros del autor, buscando sus luces y sombras, pero adaptándose a la realidad de hoy y denunciando causas actuales, respetando el contexto, la luz y el color que el pintor le dio a sus obras originales.

Tras la visita a la exposición y paseo por las calles sevillanas en busca de detalles cotidianos subida al mirador del centro de Sevilla, las famosas Setas de la plaza de la Encarnación. Allí disfrutar de la vista de la ciudad al atardecer y fotografiar lo que llamara la atención. El grupo está generando ya vínculos relacionales entre los participantes y la cercanía y la horizontalidad hace que todas las personas se sientan cómodas y tratadas con respeto.

El fotógrafo Lolo Vasco, responsable de impartir este taller, nos cuenta sus impresiones de una tarde diferente:

Hoy en el taller de Fotoperiodismo, salimos a la calle a observar, a fotografiar y a disfrutar. Cámara al cuello y cuaderno en mano, intentaremos fotografiar pequeños detalles que nos llamen la atención y escribir lo que la tarde nos inspire. Visitamos una exposición fotográfica sobre Murillo donde, hasta nos atrevemos a representar uno de sus cuadros. Salimos hacia las setas por las calles del centro atestadas de gente donde nos perdemos un ratito:

Mientras Amina pregunta al profe el manejo de la cámara, Juanma se queda enfocando un escaparate de flamenco, Joaquín se mete en una tienda de perfumes donde suena un piano y Javier prefiere escribir después sobre lo que está viendo. Puri no hace fotos por problemas en la vista y Rafael porque no le apetece. Carmen, va de uno a otra, como abeja en primavera, acariciando la espalda y compartiendo risas. Fernanda le explica a Libertad cómo puede escribir. Y María está encantada porque está descubriendo cosas nuevas de su cámara. Al fin nos reencontramos de nuevo para subir a las Setas desde donde disfrutamos y fotografiamos las azoteas y el cielo de Sevilla. «Ha sido una tarde mágica» dice Manuel.