Con al apoyo de Glovo y de sus trabajadores, gracias a la Fundación Alaya, el pasado jueves 3 de marzo nos invitaron y nos acompañaron y pudimos disfrutar de una noche de película con cena incluida.

Gracias a ellos, 28 personas, de las que 17 están alojadas regularmente en el centro de acogida San Isidro para personas sin hogar, pudimos ver una película y cenar en el búrguer porque, como dijo alguien, “si no es un poco malo para la salud, no es una fiesta de verdad”. Elegimos “Muerte en el Nilo”; Agatha Christie es un valor seguro para todos los públicos. Y entre las anécdotas, el cumpleaños de nuestra participante más joven y el error de uno de nuestros veteranos que, después de ir al baño, se equivocó de sala y acabó viendo la última de Penélope Cruz y Antonio Banderas (dijo que se equivocó y nosotros, a pesar de las risas, le creemos; faltaba más).

El cine, como el taller de arte de los jueves y las otras actividades que realizamos dentro de la iniciativa RE|CREA de ocio inclusivo, no son solo la forma que tenemos personas sin hogar, voluntarios sociales y cualquier otra persona que quiera acompañarnos, de encontrarnos y de construir juntos vínculos y afectos de una manera lúdica. Son también la forma de reivindicar una integración positiva y normalizada a través del ocio de las personas sin hogar. De recuperar para ellas el derecho a participar y a ser parte de la sociedad. En este caso, de recuperar el cine como espacio, y el búrguer, y el propio centro comercial donde ambos locales están ubicados. En una ciudad como Madrid, donde el diseño y la localización de los recursos de acogida parecen pensados para esconder a las personas sin hogar, hacerlas visibles en el espacio comunitario de una forma positiva y sin conflictos resulta, no solo necesario, sino imprescindible. En esta ocasión, tenemos que agradecérselo a Glovo y sus trabajadores. Habrá otras.