El grupo de ocio del programa de Salud Mental recorrió las calles de la ciudad de Toledo en una actividad un poco diferente a lo habitual, una excursión de un día completo para compartir y conocer la ciudad imperial.

Un total de 19 personas participaron en la actividad. Tras un corto viaje en autobús desde Madrid llegaron a Toledo para iniciar la visita plano en mano.

En sus propias palabras nos lo cuenta María Antonia, una de las participantes.

«Tras el autobús, hemos subido las escaleras mecánicas y hemos parado para conseguir un plano de la ciudad. A continuación una visita al Alcazar y un café al aire libre con charla interesante.
Ha hecho muy buen día a pesar de los pronósticos de lluvia, así que hemos caminado despacio hasta las termas romanas que son pequeñas pero muy interesantes. Lástima que hayamos llegado tarde a las Cuevas de Hércules ¡por cinco minutos!

Por el camino, hemos encontrado en la calle a Ana Alcaide, una amiga de Pablo que es cantante y toca un instrumento de cuerda precioso. Hemos charlado con ella y hemos continuado hasta la plaza de Amador de los Ríos donde hemos parado a comer en unos bancos. Ha sido un rato muy agradable donde hasta alguno ha jugado a la pelota.

Segundo café en mesas de cuatro porque no nos han dejado formar una mesa grande como nos gusta.
Tras asomarnos al río y hacer fotos, vuelta despacio andando por las calles estrechas: Alfileritos y plaza de Zocodover.

Ha sido un día muy completo pero lo mejor sin duda, como siempre, la compañía.»

Los grupos de ocio del programa de Salud Mental reúnen cada semana a personas voluntarias y diagnosticadas con enfermedad mental para compartir su tiempo, su conversación y sus anhelos y fomentar así espacios más horizontales para quienes se ven excluidos del ocio cotidiano o de las relaciones sociales normalizadas. Esto fomenta su autonomía y ayuda a romper las barreras del estereotipo y el prejuicio hacia quienes padecen alguna enfermedad mental.